Mes: diciembre 2020

Viaje al siguiente eclipse (I): Tipos de eclipse

Viaje al siguiente eclipse (I): Tipos de eclipse

Tras el chasco que ha resultado no poder ir a ver el eclipse total de Sol del 14 de diciembre de 2020, toca fijar objetivo al siguiente eclipse. Esta serie de entradas en el blog van a ser una indicación del proceso de búsqueda, con consejos de lo que hay que hacer y dónde buscar la información.

Lo primero es responder a lo que seguro que muchos os estáis preguntando: «¿Buscar ya el próximo eclipse? Pero si acaba de ser el último. ¿A qué tanta prisa?». Ante eso, dos cosas. Lo primero es que los viajes son caros. Cuando estoy redactando estas palabras, no se dónde va a ser el próximo eclipse. Puede ser a unas pocas horas en coche, o puede ser en nuestras antípodas. Y, si es lejos, va a ser caro ir, con lo que más nos vale ir ahorrando. Por supuesto, el motivo principal para ir a ver un eclipse es ese espectacular fenómeno de la naturaleza pero ¿merece la pena un caro viaje de miles de kilómetros para que luego llegues y esté nublado? Pues, aunque parezca mentira, rotundamente sí.

El eclipse va a ser una actividad más de un viaje maravilloso en el que vas a aprender muchas cosas nuevas de un país al que difícilmente vas a volver. Nada más que eso, ¡ya merece la pena!

Pero, antes de ver cómo preparar un viaje así ¿qué es un eclipse?

Eclipses de Luna

Un eclipse de Luna se produce cuando esta pasa por la sombra de la Tierra. Por tanto, el eclipse se puede ver desde cualquier punto sobre nuestro planeta desde el que se pueda ver la Luna. Además, como los eclipses de Luna se producen siempre en Luna llena, la zona de la Tierra desde la que se ve la Luna coincide con la zona de la Tierra en la que es de noche. Dentro de los eclipses de Luna hay de varios tipos: totales, parciales, penumbrales y penumbrales parciales.

Formación de la umbra y la penumbra de la Tierra.
Fuente: Elaboración propia

La sombra de la Tierra no es un círculo negro y ya. Como el Sol tiene un cierto tamaño, la sombra de la Tierra es circular y tiene dos partes concéntricas. Por un lado, la sombra en sí, llamada umbra, que tiene forma de círculo. Por otro lado, está la zona que está parcialmente iluminada por el Sol, llamada penumbra, que tiene forma de corona circular alrededor de la umbra y su oscuridad decrece desde el borde interior al borde exterior.

Umbra y penumbra de la sombra de la Tierra.
Fuente: Elaboración propia

En los eclipses parciales penumbrales, la Luna se sumerge muy poco en esa penumbra. El efecto apenas se nota a no ser que sepas lo que tienes que ver porque la disminución del brillo de la Luna llena es casi imperceptible.

Eclipse penumbral parcial de Luna
Fuente: Elaboración propia

En los eclipses penumbrales, la Luna llena se sumerge completamente en la penumbra, aunque sin llegar a la umbra. Se puede llegar a apreciar que la Luna llena es menos brillante de lo normal pero, para apreciar eso, deberías de estar muy acostumbrado a ver lunas llenas. También es posible que notes el degradado de la penumbra proyectada sobre la Luna llena.

Eclipse penumbral de Luna
Fuente: Elaboración propia

En los eclipses parciales de Luna, esta se sumerge parcialmente en la umbra y se ve claramente como si la Luna llena tuviera un mordisco. Un mordisco de forma circular que ya les indicó a los antiguos que la Tierra era esférica. Este efecto se ve claramente. Supongo que te has dado cuenta que, al ponerse el Sol, este se vuelve rojizo. Eso es porque la atmósfera de la Tierra desvía de su trayectoria los rayos de luz azul (por eso el cielo es azul). Pues esos rayos rojos llegan a iluminar un poquito la Luna y la zona que queda eclipsada se vuelve un poco rojiza.

Eclipse parcial de Luna
Fuente: Elaboración propia

Por último, en los eclipses totales de Luna, esta se sumerge completamente en la sombra de la Tierra. Sin embargo, la Luna llena, aunque mucho más oscura, se sigue viendo porque la luz del Sol se refracta en la atmósfera de la Tierra y es capaz de iluminar un poco la Luna con los rayos rojos que atraviesan la atmósfera. Pero, además, si tienes la suerte de que la atmósfera de la Tierra tenga mucho polvo (como tras una erupción volcánica), podrás ver una Luna roja muy espectacular.

Eclipse Total de Luna
Fuente: Elaboración propia

Pero la pregunta es ¿merece la pena hacer un viaje largo para ver un eclipse de Luna? Cada década se producen unos 9 eclipses totales de Luna. La mitad de ellos los podrás ver desde el lugar donde resides. Si merece o no la pena desplazarte para ver los que no verás desde tu casa, eso ya depende de ti. Para mí, desde luego, no. Se trata de un fenómeno remarcable, pero prefiero invertir mi dinero en algo mucho más espectacular y más raro de ver.

Eclipses de Sol

Se producen cuando la Luna nueva se interpone entre el Sol y la Tierra. Como la órbita de la Luna no es circular, sino elíptica, a veces se producen cuando la Luna está un poco más lejos y otras, cuando está un poco más cerca. Esto da lugar a cuatro tipos de eclipses de Sol: Totales, híbridos, anulares y parciales.

Los eclipses parciales son aquellos en los que la Luna nueva no tapa completamente el Sol. Son los más comunes de ver, aunque no se pueden observar desde todo el lado diurno del planeta. Se queda una luz que tiene la intensidad de un atardecer o amanecer. Sin embargo, en los atardeceres y los amaneceres, el Sol ilumina con un tono dorado-rojizo, pero en un eclipse, esto no ocurre. Por eso se suele decir que la luz de un parcial es como la de un atardecer raro.

Durante los otros tipos de eclipse, siempre hay una zona amplia de la Tierra en la que el Sol solo se eclipsa parcialmente.

Eclipse Parcial de Sol
Fuente: Elaboración propia

Los anulares se producen cuando la Luna nueva está lejos en su órbita. El tamaño aparente de ésta es inferior al tamaño aparente del Sol y, aunque pase por el centro, la Luna nueva no llega a tapar el Sol completamente. El efecto es como el de un eclipse parcial muy oscuro, pero nada más. Existe una estrecha franja del planeta en el que se podrá ver la Luna nueva «dentro» del Sol. Fuera de esta franja, el eclipse se verá parcial.

Eclipse Anular de Sol
Fuente: Elaboración propia

Los eclipses híbridos son similares a los anulares. La diferencia principal es que, en un tramo de la franja, la superficie de la Tierra está lo suficientemente cerca de la Luna nueva que su tamaño aparente es mayor que el tamaño aparente del Sol, teniendo en ese tramo un eclipse total.

Eclipse Total de Sol
Fuente: Elaboración propia

Sin duda, el eclipse total de Sol es el más espectacular. La Luna tapa completamente al Sol, bloqueando su luz. Se hace de noche casi de golpe. Se pueden ver las estrellas y la espectacular corona solar. Ves los «rayos» del Sol (en realidad es la corona solar) saliendo de un disco negro que es la Luna nueva. Aunque sabes exactamente lo que está pasando, el cerebro percibe un Sol negro. Baja bruscamente la temperatura. Se forma un viento. Las aves buscan refugio… Es una sensación que, creo, no puede dar ningún otro espectáculo natural. Experimentas una sensación que sabes que es real, pero que parece no serlo, pero es real, pero nunca has experimentado nada igual, pero es real. Ninguna foto (mucho menos mi dibujo) hace justicia a la espectacularidad del fenómeno.

¿Merece la pena un viaje a ver un eclipse de Sol? Personalmente, creo que ver una totalidad de un eclipse solar es algo que toda persona debería de ver antes de morir. Además, la franja donde se produce la totalidad es estrecha y, aunque haya varios eclipses solares totales a lo largo de una década, la probabilidad de la franja de totalidad pase por tu casa es muy pequeña. Así que sí, sin dudarlo, si puedes ahorrar para viajar a ver un eclipse de Sol, ¡hazlo!

Si has llegado hasta aquí, muchas gracias por tu lectura y espero que leas la próxima entrada en la que veremos cómo seleccionar el eclipse solar que queremos ver.